es una linea que se traza inquieta
en arquetipos obsoletos
anilínicos.
se derraman en exotismos carnales,
vida inerme de contornos suaves.
Y la arquitectura armará nuevas bóvedas
enigmáticamente histéricas
con almas misteriosas.
Los días tornarán las noches
bajo el catalejo impúdico
en un mar del nunca y jamás,
y quizás armonía
en el underground de la ciudad vieja.
Parece sol grotescamente insano
el que licua tu rostro de pergamino
y aquiltran.
Y el animo y el ocio vulnerados
en que el rocío fatigado de tus ojos
pueble la ventana de tus cosas escondidas
delatando proximidades de tu muerte.
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